CAPITULO IV
Otra vez atrás en el tiempo. Hay una señora con un bebé, es joven, calculo que bordea los veinticuatro años, al bebecito no lo veo pero sé que está ahí, dentro de su coche, es muy raro, me parece hecho como de madera, es antiguo, de color celeste, si estuviera en la Tierra, pudiera ser un coche cuna de los años cuarenta más o menos, tiene partes metálicas y es bastante grande, tiene una capota que se ubica tanto atrás como adelante.
Tuve que hacerle una seña a Adolfo para que me escuchara un segundo.
¡Que ganas de saber qué cantidad de años nos separan! Digo esto no pensando en años de trayectoria sino en siglos de habitabilidad.
¿No te parecería interesante?
Pude darme cuenta que lo único que le interesaba por el momento era que yo siguiera trasmitiendo cual emisora deportiva.
Para retomar el tema en el acto, me hizo saber que se alegró muchísimo puesto que recordaba haber visto coches similares a los que yo describía, cerca del año 1945 en Cartagena de Chile.
Continúo, no pienso permitir que me interrumpan, la señora pudiera ser cualquiera de nosotras, usa una falda azul angosta hasta la rodilla y un chaleco color burdeo, tiene abajo una blusita color crema. Su peinado es muy pegado a la cabeza con grandes ondas, su pelo oscuro esta dividido al lado derecho, no sé si tiene un discreto moño a su pelo muy corto. Su rostro es bastante clásico y muy apacible. Tiene en su dedo medio una argolla que me hizo pensar en una alianza matrimonial ¿casualidad? En todo caso era su mano derecha y en la izquierda adivino un reloj pulsera como los nuestros, en lugar de decir “adivino” bien pudiera decir “veo con el ojo de la imaginación”, pero tal vez confunda más aún.
Adolfo viene con dos vasos de jugo, está eufórico.
¿Te has dado cuenta de que ese planeta es de nuestra era? ¡Que vivió nuestros años cuarenta!
Yo no estaba tan alegre por eso...de verdad estaba convencida que habían vivido sus años cuarenta, llamados de cualquier manera.
... Y pensar, seguía Adolfo... que el letrero te dio la clave de todo.
Ahora... tenemos que estar claros... la ropa de la señora, también la ubico en la época del coche, no obstante...los comedores, los robots y ni que decir los baños son muchísimo más modernos que los que tenemos hoy en el 1998 en Venezuela.
¿Será entonces que estuviste en diferentes tiempos en el mismo planeta?
¡Cálmate Adolfo!, mi voz sonó mucho más tranquila de lo que realmente estaba. Seguramente ellos y muchos otros han vivido nuestras mismas etapas, pero dudo que en secuencias paralelas. Yo sólo sé que para mí es hoy y para ellos lo ignoro... y ésa es mi realidad. No pienso, no debo y no quiero perder mi objetividad y te pido que si alguna vez ves que camino en sentido contrario al aquí y al ahora...avísame y ayúdame.
Lo abracé fuertemente en busca de una protección que para ése momento necesitaba. Traté de descansar unos momentos, pero no podía apartar de mi mente las imágenes tan nítidas de lo que yo veía real y era un mundo irreal para mi propia realidad.
Yo creo, me escuché decir, que de alguna forma estos espíritus lograron materializar las cosas.
¿Materializarlas para que tú las vieras?
No, no, creo que para ellos revivir de alguna forma, honestamente no sé qué decirte. Yo misma estoy llena de dudas. En todo caso, lo único que tengo que hacer es interceder por ellos, es como pedir que “revisen un expediente”. No obstante, creo que también pudieron haberlo hecho en forma directa, eliminando intermediarios. Lo haré de todos modos, aunque no tengo ni la menor idea de cómo comenzar. Me tranquiliza la idea de que como se trata de algo tan importante, se hará sólo.
Adolfo vuelve con sus controles.
¡Fíjate! dijiste que en la Torre habían como tres personas, nombraste a un aviador, la señora del bebé, el bebé mismo, mencionaste también a otros, también nombraste a los mecánicos y los de mantenimiento ¿vistes a otras y que hacían?
La voz de Adolfo se me fue alejando, un ligero pestañeo y la sensación de que no estaba sola fue el presagio de que algo ocurriría.
6 comentarios:
Caray,ahora si que gue pusiste Aurora,robots,bebes,otros mundos, que novelon Mama mia,cuando realmente publicas?
Maritza Bernardes
Amiga AuroraÑ
Cualquier hombre se pone euforico si tu le cuentas un cuento asi y ...lo mantienes en suspenso,yo que solo soy lectora de tu blog estos en ascuas para saber el final de la novela.
Publica chica,sera un exitazo.
Marizabel Yanez
Mexico
Caray,es todo un embrollo el cuento este,pero parece bueno.
Publicalo y veremos,se ve intenso.
Margareth
Murcia-españa
Maritza Bernardes:
Te cuento que aún faltan algunas "cositas". Espero te gusten también.
Quisiera publicar pronto.
Abrazos,
Aurora
Marizabel Yanez:
Gracias por tus palabras, me hicieron reir.
No quisiera mantener el suspenso por falta de publicación. Espero hacerlo pronto y que disfrutes el final de la novela.
Un fuerte abrazo,
Aurora
Margareth:
Me encanta que te parezca bueno. Espero que pronto esté en tus manos y me des tu opinión final.
Abrazos,
Aurora
Publicar un comentario